Ingesta compulsiva

Es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por atracones recurrentes de comida con sensación de pérdida de control y gran malestar físico y psicológico.

Definición

Las características del atracón son similares a las de la bulimia nerviosa y está presente una falta de control, una ingesta rápida, una baja saciedad y sentimientos de disgusto y culpabilidad tras el atracón. Para que se cumpla el diagnóstico de trastorno por atracones es preciso que provoquen una importante insatisfacción durante y después del episodio de ingesta excesiva.

La Organización Mundial de la Salud marca los siguientes criterios de diagnóstico:

Episodios recurrentes de atracones
Un episodio de atracón se caracteriza por las dos condiciones siguientes:
a. Ingesta en un corto periodo de tiempo (p.ej. en 2 horas) de una coantidad de comida definitivamente superior a la que la mayoría de gente podría consumir en el mismo tiempo y bajo circunstancias similares.
b. Sensación de pérdida de control sobre la ingesta durante el episodio (p.ej. sensación de que uno no puede parar de comer jo controlar qué o cuánto se está comiendo).
Los episodios de atracón se asocian a tres (o más) de los siguientes síntomas:
a.    Ingesta mucho más rápida de lo normal.
b.    Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
c.    Ingesta de grandes cantidades de comida a pesar de no tener hambre.
d.    Comer a solas para esconder su voracidad.
e.    Sentirse a disgusto con uno mismo, depresión o gran culpabilidad después del atracón.
Profundo malestar al recordar los atracones.
Los atracones tienen lugar, como media, al menos 2 días a la semana durante 6 meses.
El atracón no se asocia a estrategias compensatorias
(p.ej. purgas, ayuno, ejercicio excesivo) y no aparecen exclusivamente en el transcurso de una anorexia nerviosa o una bulimia nerviosa.

Síntomas

Al trastorno por atracones se asocia habitualmente los trastornos del estado de ánimo tales como la depresión de la ansiedad. La consecuencia más importante del trastorno por atracones, de los comedores compulsivos, es la obesidad. Estos pacientes tienen tendencia al sobrepeso primero y a la obesidad después. Se entraría aquí en el capítulo de las complicaciones físicas y psicológicas de la obesidad. La mayoría de obesidades son debidas a un desequilibrio energético de carácter positivo en el que se observa una ingesta excesiva, un consumo energético insuficiente o ambas situaciones. En general se acepta que los obesos comen de forma excesiva y, a este respecto, la psicología ha intentado elaborar modelos explicativos de esta conducta de sobreingesta. Uno de ellos establece que las personas obesas tienen problemas de personalidad que alivian comiendo en exceso. Un segundo modelo explicativo considera la ansiedad como factor determinante, ya que los obesos tienden a utilizar la sobreingesta para reducir la activación emocional ante una situación de alta ansiedad.

Prejuicios

Se considera a la obesidad un problema social y psicológico, más allá de su conceptualización como un problema exclusivamente médico. Hemos de destacar, sin embargo, que las características propias de la obesidad, así como la existencia de un elevado número de complicaciones físicas inherentes a la misma, enmarca el problema siempre dentro del contexto de la salud física. LAs personas obesas tienen que enfrentarse a la discriminación que produce el prejuicio. Se ha observado que las jóvenes obesas tienen menos probabilidades de encontrar pareja que las de normopeso, y cuando lo hacen, tienen más probabilidad de descender en la escala social que las no obesas.
Resulta particularmente triste el prejuicio y la discriminación hacia las personas obesas por parte del personal sanitario. Estas actitudes negativas de algunos médicos se han atribuido a la frustración que les supone sus infructuosos esfuerzos en el tratamiento de la obesidad, aunque después de haber detectado este tipo de prejuicios en médicos en médicos que apenas tenían experiencia en el tratamiento de obesos, parece que las actitudes sociales negativas hacia la obesidad influyen más que sus propias experiencias.

Factores socioculturales

La obesidad es un problema que presenta una elevada incidencia en población general (del 30% al 50%) y es por ese motivo, junto al hecho de que suele ir asociado de otros trastornos, que el abordaje suele ser multidisciplinar. Habría que distinguir claramente cuándo la obesidad es una enfermedad, un problema médico que requiere un tratamiento concreto, cuándo es causa de déficits psicológicos, falta de habilidades y recursos que también requieren una intervención específica y cuándo estamos hablando meramente de cuestiones estéticas.

Factores individuales

Sin embargo, sea cual sea el caso, es necesario corregir lo inadecuado, pero aceptando nuestro propio cuerpo. Parece lógico pensar que estos aspectos sociales influirán en mayor o menor medida en la población con problemas de obesidad. De hecho, es frecuente observar alteraciones, si no psicopatológicas, sí psicológicas relacionadas directamente con el exceso de peso. Las personas más afectadas por esta valoración social de la obesidad son las mujeres jóvenes y de estatus socio-económico medio-alto, aumentado el problema si han padecido el sobrepeso desde la infancia. Una población de especial riesgo además de la infantil, es la adolescente, dado que las consecuencias dela discriminación social se agravan en estas edades, afectando a todas las áreas del desarrollo afectivo, personal, comportamental y de relaciones interpersonales.

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